Como ya saben, he podido explicar en breves rasgos lo que es el miedo, lo que significa y dónde se esconde. Sin embargo, quiero hablarte hoy de 2 miedos psicológicos que hemos desarrollado a lo largo de la historia desde el momento que nos conformamos como civilización. Cuando nos damos cuenta que el miedo es simplemente una ilusión, que es una imagen proyectada en nuestra cabeza, entonces ya hemos dado un paso muy grande para comprender porqué es que estos miedos existen.

El miedo muchas veces está ahí no para molestarnos, sino para servirnos. Sé que puede sonar extraño y te preguntarás ¿para qué puede servir el miedo? y es exactamente la pregunta que debemos hacernos. El miedo nos sirve para darnos cuenta de lo que es realmente importante.

Por ejemplo, cuando te enfermas de una gripe, lo normal sería ir al medico, que te recete una pastilla y se acabó, pero el problema es que eso solo calma la gripe, pero no la elimina de raíz, y si queremos eliminar la gripe de raíz, entonces se debe comprender lo que causó esa enfermedad en primer lugar, para en vez de adormecerla por un rato, atacarla desde la profundidad. Así funciona el miedo, nos viene a dar una alerta sutil de dónde debemos mirar y dejar de “hacernos los locos” con lo que la vida nos trata de decir. Como lo describe Mark Twain “haz lo que más temes y entonces serás libre”.

Habiendo dicho esto, siempre me ha gustado comprender el para qué de las cosas y esto es algo que quiero compartir contigo, algo que descubrí y me hizo mucho sentido. Cuando pensaba en el miedo, siempre quería ir más profundo para comprender porqué es que la mayoría de personas vive de esta manera y comencé a preguntarme si lo contrario del miedo es el amor, entonces ¿por qué existe tanto miedo al amor? Es allí cuando me di cuenta de que el miedo al amor no es exactamente lo que nos aterra, sino la idea de quedarnos sin el. Lo que me llevó a descubrir que los 2 miedos psicológicos más profundos del ser humano son el miedo a no ser suficiente, y si no soy suficiente entonces, no seré amado.

Todo ser humano tiene estos dos miedo arraigados profundamente en su inconsciente, porque nos enseñaron que el Amor se encuentra afuera y no adentro, es ahí donde nos estancamos. Por ende aquel que no encuentra el Amor dentro de sí mismo, vivirá con esos miedos para el resto de la vida, como dice un Proverbio Hindú, “aquel que encuentra el Amor dentro de sí mismo no necesitará ser amado, pero inevitablemente lo será.” Esto es cierto, porque entonces por primera vez te sentirás completo y no habrá nada ni nadie que te haga sentir lo contrario.

Sin embargo, creo que de todas manera podemos ir más profundo, por eso te quiero dejar con este regalo:  “Nuestro miedo más profundo no es el de ser inapropiados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso? Más bien, la pregunta es: ¿Quién eres tú para no serlo? Eres hijo del universo. No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras. Nacemos para poner de manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros, como lo hacen los niños. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior. No está solamente en algunos de nosotros, está dentro de todos y cada uno. Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para que hagan lo mismo. Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás”, fragmento del libro El Retorno al Amor de Marianne Williamson.

Luis Miguel Ponce

Plenitud & Abundancia