El Ser Humano tiene un potencial enorme y muchas veces es inconsciente de su propia grandeza, porque nunca ha decidido explorarla o porque simplemente está muy ocupado en lo que la vida demanda de él, dejándolo sin tiempo para pensar en este tipo de cosas. Entonces, aquí es donde me pregunto, ¿por qué no somos conscientes de la inmensidad de nuestro poder?, ¿Qué es lo que nos detiene a sacar todo nuestro potencial? Y creo que he podido llegar a una conclusión y esto se llama MIEDO. El miedo muchas veces nos paraliza o es la razón por la que hacemos casi todo, hemos estado entrenados de esa manera para poder sobrevivir. Sin embargo, hay una parte nuestra que puede aprender a dominar el miedo para conectarse con algo más grande. 

Existen 2 tipos de miedo, el biológico y el psicológico.

El miedo biológico, que es el que nos ayuda a huir de una situación de peligro, como por ejemplo, cuando hay un temblor, sabemos que tu amígdala se activa y es la que toma control de tu cerebro para que salgas corriendo y puedas sobrevivir. Sin embargo, existe otro tipo de Miedo que no es biológico, es psicológico, al cual le escuchamos muchas veces y este es el que nos tiene de alguna forma condenados a repetir los mismos patrones una y otra vez. Me encanta explicarlo de la siguiente manera: Miedo en inglés se escribe FEAR, si describimos lo que quiere decir con cada una de esas letras entonces tenemos la siguiente respuesta False Evidence Appearing Real, esto quiere decir, que el miedo psicológico es simplemente una Falsa evidencia que parece Real, pero que no es real, por ende, es simplemente una ilusión, no es parte de tu realidad.

Detente a pensar un segundo y mira todas las decisiones que tomas durante el día. Cuando sales a la calle tal vez piensas en no sacar de tu mochila o cartera objetos de valor, por miedo a que te pase algo, o cuando continúas en una relación que sabes ya no da para más. Así, nos podemos pasar el tiempo poniendo ejemplos de porqué hacemos lo que hacemos, y si analizas el porqué de las acciones que tomas,  seguramente encontrarás que se dan, por miedo.

Pero, te pregunto: ¿dónde está ese miedo? Exactamente, está solo en tu cabeza. Si te pido que lo muestres físicamente, ¿podrás hacerlo? no, porque es una simple ilusión. No le dejo a mi pareja porque tenga miedo a no encontrar a alguien mejor para mi, no dejo mi trabajo por miedo a no encontrar otro que me guste, no salgo a la calle tranquilo por miedo a que me pase algo y entonces nos damos cuenta que el miedo está en todos lados, pero que en verdad, forma parte de una historia en tu cabeza que no está pasando y que no existe en tu realidad, simplemente está siendo parte de tu mente.

Por supuesto, cuando el miedo se vuelve parte de la rutina, los pensamientos se vuelven tan recurrentes que pueden volverse realidad porque llegan a manifestarse. Sin embargo, tenemos el poder de dominar esos miedos para que estén a nuestro servicio en vez de estar en nuestra contra. No esperes deshacerte del miedo, porque es inevitable que estén ahí, solo debes aprender a dominarlos. Dominar o ser dominado, esa es tu elección.